¿Es malo consumir café?

El café, es estadísticamente, la segunda bebida más consumida en el mundo, justo después del agua. Su composición, y contenido de cafeína, no solo la hace capaz de aumentar la vigilia y el rendimiento mental, sino también por los diversos beneficios que puede aportar a la salud, cuando se consume de manera adecuada. En este artículo, vamos a aclarar algunos puntos basados en la evidencia científica disponible sobre los beneficios del consumo de cafeína, quiénes deberían evitarla, las cantidades recomendadas por día y las principales fuentes para obtenerla.

El consumo de café puede tener diferentes efectos positivos en la salud general, cuando es moderado. Dentro de ellos está Mejorar del Rendimiento Mental y Físico, ya que dosis de 150 mg/día aumenta la concentración, mejora la memoria, el tiempo de reacción y la capacidad de atención, lo que es beneficioso tanto para tareas cognitivas como físicas. La cafeína también es capaz de aumentar ligeramente la tasa metabólica y ayudar a potenciar el metabolismo y la oxidación de grasas, lo que potencialmente contribuye a la pérdida de peso o medidas. 

La cafeína además tiene grandes propiedades como antioxidante, que puede ayudar a combatir el estrés oxidativo y el daño celular causado por los radicales libres en el cuerpo. Ayudando a atenuar algunos factores que envejecen los tejidos, e incluso algunos estudios sugieren que puede tener un efecto protector en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. 

Pero entonces, si confiere tantos beneficios ¿por qué está tan satanizado y tanta gente dice que es malo e incluso mi médico sugiere que deje de tomarlo muchas veces?

La respuesta radica en que pese  sus beneficios. El café y específicamente la cafeína, ejercen un efecto estimulante. Al ser una metilxantina, por su semejanza a las purinas se unen a los receptores A1 y A2a de la adenosina, actuando como antagonistas competitivos. ocupando estos receptores y desencadenando diferentes respuestas a nivel del sistema nervioso central, respiratorio, cardiovascular y endocrino.

Esto hace que ciertos grupos de personas, tengan especial sensibilidad a sus efectos y definitivamente los riesgo estimulantes en sus diferentes sistemas, superen los posibles beneficios de consumirlo. Los principales grupos que deben limitar o evitar definitivamente su consumo son: 

  1. Pacientes con riesgo cardiovascular alto: Ya que el efecto cronotrópico positivo, es decir el efecto que aumenta la frecuencia y la contractilidad sobre el corazón, puede resultar muy nocivo en este grupo de pacientes. Puede llegar a desencadenar, sobrecarga del corazón, arritmias y dolor torácico. Por esta razón en pacientes con factores de riesgo cardiovascular, se debe limitar el consumo de cafeína a no más de 200 mg c/día. 
  1. Mujeres embarazadas: la American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sugieren que las mujeres embarazadas limiten su consumo de cafeína a menos de 200 miligramos por día.  La cafeína atraviesa la placenta y puede afectar al feto. Algunos estudios concluyen que altos niveles de cafeína se asocian con mayor riesgo de aborto espontáneo, mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer en algunos estudios.
  1. Niños y adolescentes: Es importante limitar su ingesta y evitar bebidas con alto contenido de cafeína. Durante la infancia y la adolescencia, el cerebro aún está en desarrollo y es sensible a la influencia de sustancias como la cafeína. la American Academy of Pediatrics (AAP), sugieren que los niños limiten o eviten el consumo de bebidas con cafeína.
  1. Pacientes con enfermedad hepática o renal: Puede tener beneficios potenciales pero también debe ser manejado con cuidado y bajo la orientación de un profesional de la salud. La moderación y la consideración de factores individuales son clave para maximizar los posibles beneficios y minimizar los riesgos asociados.

Debido a la gran variabilidad interindividual, una misma dosis de cafeína puede provocar reacciones adversas en una persona y presentar buena tolerabilidad en otra. Los efectos adversos más frecuentes de la cafeína son palpitaciones, taquicardia, molestias gástricas, temblor, nerviosismo e insomnio. Dosis elevadas pueden provocar intensa ansiedad, miedo y crisis de angustia. Se han descrito casos de psicosis aguda inducida por cafeína en personas sin psicopatología o de empeoramiento de síntomas psicóticos en esquizofrénicos

Entonces, siendo concisos, el café ofrece grandes beneficios potenciales, pero definitivamente por temas de palatabilidad, sabor, gusto personal y factores individuales de riesgo, no es una bebida para todos. El consumo moderado y cuidadoso de proteína no es malo ni nocivo y si lo tuyo no es el café; existen otras bebidas y elementos que lo contienen como: el guaraná, el cacao, el té. sin embargo revisa con un especialista si realmente eres candidato a consumirlo y qué cantidades son adecuadas para ti.

A continuación te dejo una tabla de referencia de las cantidades de cafeína contenidas en las bebidas más comunes. 

Imagen extraída de:Pardo Lozano R, Alvarez García Y, Barral Tafalla D, , Farré Albaladejo M. Cafeína: un nutriente, un fármaco, o una droga de abuso. Adicciones [Internet]. 2007;19(3):225-238. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=2891220840021

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